No sé qué me pasa pero es leer jueves, viernes o sábado y los ritmos circadianos se me invierten. Los amaneceres son los nuevos anocheceres y la vida noctámbula mi única religión. Ante la pregunta de '¿se sale hoy?' me respondieron 'NO', así que no he tenido más remedio que quedarme en casa, ver alguna película y contar ovejitas hasta que la desesperación en la cama llega a límites autodestructivos y la única vía de escape es ver las noticias en el canal 24 horas o actualizar el blog con alguna restrospectiva. Como somos tan alternativos que no tenemos televisión en casa, la única opción viable es la segunda.
Y es que tengo unas ganas de decir mañana 'Tú y yo a la fiesta'. Tengo tantas ganas de salir, ¡joder! Tengo más ganas incluso que los mineros chilenos en su día.
Pero centrémonos en el presente y en el pasado porque mañana ya lo viviremos, aunque me inquieta saber ¿cuál será la futura versión de 'Tú y yo a la fiesta'?
El primer videoclip que aquí os traemos es el culpable de todas las restantes versiones. La canción original resulta ser de un grupo mazo loco de bélgica llamado Paradisio. Si creías que lo peorcito de cada país iba a parar a Eurovisión, te equivocabas. Hay excepciones como ésta. En él, la cari se nos muestra con toda la parafernalia noventera del videoclip: cromas, playas, yate, bailarinas, gafas de sol, pelucas, combinación de colores armónicos...Una bomba de mierda noventera que explota ante tus ojos, ¡para que luego digan de los ochentas!
La canción causó furor allá por el verano de 1996 en todo el mundo. Así que ya sabes, jovenzuelo, si naciste a principios de 1997 posiblemente tus padres te concibieron con este ritmo afrodisíaco de fondo.
Llegó 1998 y con él una tal Loona reversionó la canción original. El videoclip está acorde con lo que se llevaba entonces: chicas en bikini con cuerpos de gimnasio, tetas operadas, moreno de melanoma a los 45, pircing en el ombligo, narices sedientas de coca, playa ibicenca y escena de chiringuito de día y discoteca de noche. Ojo al pelo pseudorastrero que llevan, posiblemente alguna persona cercana a ti lo llevó así y, además apostaría todos mis ahorros a que se lo hizo una peluquera en el paseo marítimo durante las vacaciones en la playa. La canción lo tenía todo para ser canción del verano del 1998...pero no, habían otras más novedosas.
Y por último nuestra versión favorita: Bailando por Astrud, sacada en 1999 (en plena explosión poppie) en su álbum 'Mi Fracaso Personal'. La razón principal es que han sido los únicos en decir 'una felación' en lugar de 'emoción' o 'tentación'. Además, el videoclip nos encanta. La cara de jumento visigodo sin fuste alguno es de lo mejor, útil ante situaciones de la vida cotidiana. La coreografía tan estática también tiene toda nuestra admiración. Eso, si no queremos meternos mucho en la interpretación que le damos: ironía de la ruta del bakalao en un universo popero, con su respectivo guiño a las pastis, la cual empezabas vivo un lunes y acababas muerto a las dos semanas estampando tu coche contra un árbol en alguna carretera secundaria de la Comunidad Valenciana a plena luz del día ¡Eso sí que era bailando en el paraíso!
'Tú y yo a la fiesta, tú y yo toda la noche. Bailando, bailando amigos adiós, adiós, el silencio roto.'
Amigos me voy a dormir, que amanece que no es poco.
Flamenco
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